...o al menos eso es lo que dicen.
No soy rencorosa, o nunca me lo he considerado, pero sinceramente espero que esos besos inesperados [que aparentan ser únicos, dados justo en el momento preciso y que no son más que meras repeticiones en tus andanzas de don Juan, o debería decir en tus distintas bandas...] te lleven a dar con la horma de tu zapato, y a acabar mordiendo el polvo.
Siempre he pensado, y seguiré pensando que eres un cordero con piel de lobo, y alguien acabará por quitarte esa máscara, dejandote indefenso. [No sería la primera vez que te pasa, y lo sabes]
Noticias que hacen removerse al corazón, pero que ya no duelen, solo te recuerdan lo que no tienes, y nunca has sabido tener por culpa de tus muchos miedos sin sentido
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