.- Lo que importa es ser feliz. Vivir tu vida sin juzgar a los demás por lo que parecen, observando atentamente y viendo más allá...extrayendo todo lo bueno que puedas sacar de cada uno.
.- Exprimiendo al máximo todo lo que puedas aprender, y lo valioso que llegues a obtener de cada experiencia.
.- Eso es, disfrutar de tu felicidad, marcando tu propia corriente del río.
.- ¿Mi corriente del río?
.- Si, sin dejarte arrastrar...y si oyes que el agua del río viene demasiado fuerte cuando a tí ese cauce no te conviene, apártate a un lado a tiempo, y déjala correr... quedate a la orilla del río con tus momentos felices.
.- ¿Estancada?
.- No, vuelve al río cuando la corriente vaya más floja, o cuando te convenga ese recorrido.
.- Entiendo...en cierto modo, todo en esta vida son ríos, lo único complicado es saber elegir el momento adecuado en el que lanzarte a la corriente, y cuando estás dentro de ella, no dejarte llevar del todo sin tener una meta más o menos precisa.
Uno tiene que sacar el jugo a cada consejo, y sobre todo a cada experiencia que le sucede en la vida...por insignificante que pueda parecer a priori.
Timón y rumbo...
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Sobre todo a las experiencias (no sé si de todas y cada una somos capaces) Sobre los consejos...los consejos no son útiles a priori o no nos alcanzan o los recibimos como invasión de nuestra búsqueda personal y aleatoria. Los consejos no los entendemos si no transcurrimos, si no experimentamos, si no tropezamos una y mil veces. Y entonces, a posteriori, acaso los consejos ya no sirven para mucho. O tal vez se limitan a validar nuestra conciencia de los errores cometidos. Complicado el tema de los consejos. Nunca los acepté a tiempo en mis años tempranos. Eran ininteligibles. Me exigía primero vivir a mi aire. Costaba aceptar su formulación. Los percibía como arma arrojadiza y como mecanismo de control. Aún, en parte, y dependiendo de quién me llegue el mensaje, los siento de manera análoga a entonces.
ResponderEliminarBuena noche.