sábado, 24 de abril de 2010

Atesorar instantes...


Cientos de onomatopeyas caóticas y dispersas, focalizándose hacia un único punto.

El miedo reside en los momentos de plenitud... en la posible pérdida del equilibrio, o más bien la pérdida del orden dentro del caos.
Reconozco que siempre he sido un poco miedica, pero esta vez mis miedos vienen cargados de seguridad.


"Después, se llevó una mano al corazón extrañada ¿Qué estaba sintiéndo? Ganas de llorar y reír, de hablar y de seguir callada, de gritar el nombre de su amigo y de guardar silencio mientras un eco repetía incesante en su mente ese mismo nombre sin descanso..."

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