lunes, 28 de septiembre de 2009

Cómo decir...


A veces simplemente no es posible decir las cosas. Al menos no con palabras. Puede que sea el "miedo" lo que se apodera de una, la inseguridad de saber qué es lo que quiere expresar exactamente, y el miedo a decir algo que no se corresponda con sus verdaderos sentimientos. Primero aclararse mentalmente, después decir y demostrar. Quizás ahí esté el verdadero problema...¿Claridad mental? No sé desde cuando conozco yo eso, demasiados miedos irracionales si, y demasiada niebla que me impide ver claramente.

Siempre he tenido una manía un poco fea y que incomoda a mis interlocutores en las conversaciones. Cuando estoy tranquilamente en uno de esos cafés que se alargan durante incontables horas, o que terminan en una cerveza a las tantas de la mañana: miro el reloj continuamente...
(por eso hace mucho tiempo que no llevo reloj de pulsera, pero por desgracia los teléfonos móviles también marcan la hora), es una manía que crea un aire de malestar, de prisas y ajetreos, de planificación...¡¡y bastante lo tenemos ya en la cotidianeidad y la rutina!!. Por muy a gusto que me encuentre en un momento dado, la manía sigue ahí, como parte de la irracionalidad que me caracteriza (Sé de uno que solía quitarme el móvil y devolvermelo cuando me iba... Pero parece que haga eones de eso {retazos de nostalgia})


¿Sabes? Contigo no miro el reloj...

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