jueves, 25 de marzo de 2010

El principio 90/10

Enunciado por Stephen Covey, puede ser muy útil a la hora de ser asertivos y pensar dos veces antes de actuar.

En resumen dice que de todo lo que nos ocurre solamente un 10% es la parte real inevitable, el hecho en sí mismo.
El 90% es cómo nos tomamos ese hecho, nuestra reacción... y la manera de enfocar lo que nos ocurre y por qué determina nuestro estado de ánimo o lo que se produzca a raíz del hecho en cuestión.
De la misma manera cuando uno se siente perturbado por algo que ha ocurrido, solo un 10% se encuentra presente en esos momentos de frustración, y el 90% de ella está relacionado con el hecho en pasado...No terminamos de darnos cuenta de que una situación ha cambiado, su fueramos conscientes de ello encontraríamos soluciones más facilmente.

5 comentarios:

  1. Si, cuando sucede algo, poca parte nuestra está presente, casi todo es mente y en el pasado....mucha mente...uff.
    un beso.

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  2. He participado en cursos de inteligencia emocional en la empresa. Mientras duraban hay que ver qué asertivos nos mostrábamos todos. Pero cuando volvías a la lucha cotidiana, sometido a presiones, tensiones, competetividad, mediatizado por órdenes, exigencias, etc. volvía a salir el animal que llevamos dentro. El colérico, el sufriente, incluso el desesperado. Puede que Covey tenga razón con sus teorías, pero ¿cómo ser asertivo en un ámbito muchas veces destructivo? Sociedad y Naturaleza se enfrentan cada día en todas las circunstancias en que s eponen en juego y enrelación. Muy difícil.

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  3. O dicho de otra manera. Está sobre el tapete la manera y conciencia de adaptación al medio, en algunos de los cuales nos sentimos manipulados, mercantilizados, alienados (en el concepto más psicológico y entreguista)

    A ver qué guapo teórico pone el cascabel al gato práctico.

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  4. Fackel:
    la adaptación funciona, depende del tiempo que se le dedique y la vía que uses,
    la conciencia puede crecer y a su vez es más fácil lidiar con el León.

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  5. Y sí, porque vivimos en el pasado. Si viviéramos en el presente contínuo, que es lo único que tenemos, no nos pre-ocuparíamos tanto nos ocuparíamos más. Y nos lo pasaríamos mejor, eso fijo.
    :+

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