jueves, 10 de marzo de 2011

Increíble. Loable.


Diario de Adan:

LUNES
Esta nueva criatura de pelo largo anda siempre en mi camino. Siempre está rondándome y siguiéndome por todas partes. Eso no me gusta; no estoy acostumbrado a la compañía. Ojalá se quedara con los otros animales… Hoy está nublado, viento del Este; creo que tendremos lluvia… ¿Tendremos? ¿De dónde saqué esta palabra? Ahora recuerdo – la nueva criatura la usa-.

(...)

SABADO
La nueva criatura come demasiada fruta. Probablemente se nos va a acabar. “Nos” otra vez -esa es su palabra; mía también ahora, de tanto escucharla-. Mucha niebla esta mañana. Yo no salgo cuando hay niebla. La nueva criatura, sí. Sale con cualquier clima y después entra pisoteando con sus pies embarrados. Y habla. Solía ser tan tranquilo y placentero este lugar.

(Fragmento de Diario de Adán y Eva de Mark Twain)

 
La importancia de las palabras. Es curioso como en muchas ocasiones tras un periodo de convivencia más o menos largo, hacemos nuestras palabras y frases recurrentes que son inicialmente de otros. 
Ahora que, personalmente, solo me ocurre con gente con la que tengo bastante afinidad y cuando llego a ese punto en el que tomo prestadas palabras que nunca antes había usado es un síntoma de que el nivel de confianza entre esa persona y yo es más que aceptable.
También se da el caso de el uso colectivo de ciertas palabras o coletillas, creando una especie de dialecto único que pocos entienden, pero eso, aunque también incrementa el grado de confianza parece más forzado. Increíble.

1 comentario:

  1. Una pregunta, Inner. Algunas veces he oído citar esta obra de Twain, pero nunca la he leído. ¿Merece la pena? ¿Es algo así como una obra de humor, satírica o qué? Es porque si alguien me habla de ella, igual me decido a conocerla. Ya me dirás.

    ResponderEliminar