jueves, 3 de febrero de 2011

Un pálido punto azul



"Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es casa. Eso es nosotros. En él se encuentra todo aquel que amas, todo aquel que conoces, todo aquel del que has oído hablar, cada ser humano que existió, vivió sus vidas. La suma de nuestra alegría y sufrimiento, miles de confiadas religiones, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de la civilización, cada rey y cada campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada esperanzado niño, inventor y explorador, cada maestro de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie vivió ahí – en una mota de polvo suspendida en un rayo de luz del sol.

La Tierra es un muy pequeño escenario en una vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades visitadas por los habitantes de una esquina de ese pixel para los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina; lo frecuente de sus incomprensiones, lo ávidos de matarse unos a otros, lo ferviente de su odio. Nuestras posturas, nuestra imaginada auto-importancia, la ilusión de que tenemos una posición privilegiada en el Universo, son desafiadas por este punto de luz pálida.

Nuestro planeta es una mota solitaria de luz en la gran envolvente oscuridad cósmica. En nuestra oscuridad, en toda esta vastedad, no hay ni un indicio de que la ayuda llegará desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos.

La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, en este momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos.

Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad y construcción de carácter. Quizá no hay mejor demostración de la tontería de los prejuicios humanos que esta imagen distante de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amablemente, y de preservar el pálido punto azul, el único hogar que jamás hemos conocido."


Carl Edward Sagan






No sé si será porque mi subconsciente es altamente sensible a lo que leo, de lo que hablo o a todo lo que me ocurre a lo largo de un día, pero hoy mis sueños se han centrado en lunas, estrellas y hasta descubrimientos celestes encajados en un contexto bastante bizarro y sin-sentido (si no, está claro, no podría ser un sueño mío).
Y por primera vez en semanas recuerdo, aunque vagamente, lo que he soñado. Un sábado de descanso en medio de la semana parece que no viene nada mal de vez en cuando.


2 comentarios:

  1. Precioso y preciso texto de Carl Sagan.¿Qué más se podría añadir? Sí, una cosa. Nuestra actitud. La personal y la que pueda influir y exigir para que el rumbo de la barbarie cambie antes e que sea demasiado tarde.

    Sin ese punto azul, tampoco nuestros sueños, que hasta la fecha caben, podrían ser posibles.

    Buena noche.

    ResponderEliminar
  2. Por cierto, la estructura de esta entrada me recuerda a la de otro blog reciente:


    http://lasalmasbarbaras.blogspot.com

    lo dicho.

    ResponderEliminar